Mirarse a sí mismo
Posted on 8:53
esto lo escribí el viernes pasado alrededor de las 6 de la tarde, espero que alguien lo lea jaja
Mirarse a sí mismo
Para conocerse a sí mismo no debemos de vernos al espejo, el espejo sólo nos dará como respuesta el reflejo de nuestro aspecto físico, y sí también es cierto que ese reflejo que obtengamos como respuesta nos hablará de cómo han pasado los años. Puede ser también que al vernos en el espejo descubramos que la cara que está enfrente de nosotros sea un tanto desconocida, tal vez se parezca a nosotros pero no refleja lo que somos, no refleja cómo nos sentimos.
En cambio cuando miramos nuestro interior descubrimos muchísimas más cosas, para empezar ya no vemos un rostro, vemos ideas, pensamientos, recuerdos, imágenes, sentimientos, todo lo que nos define como personas se encuentra en ese mirarse a sí mismo. Puede ser que no nos guste lo que veamos, porque para simplificar las cosas, diré que lo que vemos es: “la verdad”.
La verdad, así sin más, ya no hay un rostro o una máscara que disimule esa verdad que a cada minuto quiere salir, ya no hay reglas sociales, ya no hay moral, no existe ética y sobre todo no hay límites externos que traten de frenar a nuestro “verdadero” ser. Es espeluznante mirarse a sí mismo porque siempre se corre el riesgo de encontrarnos con el monstruo en el que nos hemos convertido, o encontrarnos con el fantasma de lo que fuimos. Yo siempre he creído que cada uno de nosotros tenemos dentro de nuestra cabeza muchos “yo” que interactúan constantemente, que dialogan entre ellos, que pelean entre ellos, que te joden la vida o que te alegran la vida.
Puede ser que cuando te ves a ti mismo no te guste alguno de esos otros “yo” y que los quieras desechar, que quieras acabar con él o ellos a como dé lugar, pero parte de verse a uno mismo es conocerse a sí mismo, y puede ser que descubras que ese otro “yo” que no te gusta sea el predominante en ti, es decir, que la mayoría del tiempo actúes según las reglas o las condiciones de ese otro “yo” y simplificando las cosas, ese otro “yo” al que odias seas tu mismo.
Mirarse a sí mismo no necesariamente es un ejercicio doloroso, no necesariamente tenemos que odiarnos por lo que vemos (aunque no niego que esto sea el riesgo que se deba de pagar), al contrario, de lo que se trata es de conocernos a nosotros mismos, encontrar y descubrir cada detalle que nos define como lo que somos, encontrar las buenas y malas cosas que hemos hecho, descubrir lo complejos o simples que podemos llegar a ser, sin que complejidad signifique lo mejor y sin que simpleza sea lo peor. Lo que encontramos cada vez que nos miramos a nosotros mismos no ayuda a ser una mejor persona, pero sobre todo nos ayuda a “conocernos”, a conocernos como lo que somos, sin pretender o fingir, conocer nuestra verdad, nuestro ser.
Q LES SEA LEVE
Concuerdo contigo cuando mencionas que todos tenemos muchos "yo", por otro lado, el conocerse a sí mismo a pesar de los riesgos es madurar y aceptarse como uno es o intentar entrar en un proceso de mejora y cambio... si algo no te gusta tal vez lo mejor será tomar acciones, sino siempre estarás inconforme contigo mismo.