Continuación 2

Posted on 6:30


… El sueño ha llegado me recuesto pero sigo pensando en ella, esa mujer sin nombre ni historia, que vino a alegrarme y entristecer mi día. Ya es de mañana el sol ha salido, esta iluminando las calles, la gente empieza a correr, yo no sé si asomarme a la ventana a esperar que aquella mujer llegue a esa esquina como lo hizo el día anterior, pero no me asomo y mejor empiezo a limpiar mi cuarto. Salgo a desayunar a la sala, viendo los noticieros matutinos que solo llenan mi cabeza de desgracias, apago la tele.
Me baño y me visto con el pensamiento constante de asomarme a la ventana. He decidido salir a fumarme un cigarrillo a esa esquina, comienzo a fumar observando a la señora de la tienda, que en mi infancia, era una mujer con los que todos soñaban con tener entre sus sábanas, y ahora no es más que una anciana que todos conocen, la estiman pero ya nadie tiene sueños con ella. Sin embargo, tiene una nieta que se ha convertido en la dueña de todas las miradas, ella es una mujer en toda la extensión de la palabra y es por ella que he tenido algunas disputas con jóvenes que la quieren conquistar, y digo que he tenido disputas porque varias veces ha venido hasta mi departamento para tener algunos encuentros que no mencionare por el momento.
Sigo en la esquina observando a la gente que pasa, algunas señoras me saludan, otras llevan a sus hijos a la escuela. Ha desaparecido de mi mente la razón por la que estoy aquí, en esta una esquina. Ahora sólo observo, cuando de repente unas manos han impedido que mi vista llegue a un niño que jugaba, golpea de pronto un pensamiento y me emociono al creer que es la mujer de mi espera, pero al oir la voz se rompe y se desbarata el entusiasmo, porque sólo es Miranda, la hermana de uno de mis mejores amigos que ha venido a saludarme y a pedirme un cigarrillo que se fuma mientras la cuestiono, intentando tener alguna razón de su hermano, pero ella divaga mucho, al terminar su cigarrillo se despide y me dice que no deje de llamar a su hermano. Yo veo su caminar recordando los momentos que pase con ella.
De pronto siento una mano que me jala y es ¡ella! que me está pidiendo que vaya con ella hacia el parque donde estuvimos ayer. Yo me siento increíblemente emocionado y no llego a comprender porque estoy así. Camino viéndola y cada vez que la veo me voy ilusionando, pero comienzo a ver su cara, su cuello, sus pechos, su estomago, sus caderas y sus piernas y no me acuerdo de haberla visto tan bella como esta mañana, lo único que recuerdo son esos ojos que me habían iluminando cómo nunca otros lo hicieron. Después de caminar hacia el parque completamente desconectado de mí, llegamos a esa banca que parecía reservada para nosotros. Nos sentamos y veo que sus labios carnosos, que sólo quiero besar, se entreabren y con una sonrisa me dicen: Claudia…

1 Response to "Continuación 2"

ADRIANA M. FANDIÑO Says:

Sólo puedo decir: ¿Porqué dejaste de escribir? ¡Está genial!