…Diego y Marcela se quedaron en la habitación que
estaba cerca de las escaleras, mientras que yo tuve que ir hasta el final del
pasillo, al abrir la puerta me encontré con algo muy hermoso, Claudia se estaba
cambiando de ropa, ella no notó que estaba viendo su moldeado cuerpo, después volteo
y yo hice como si apenas la hubiera visto. Le pedí disculpas y le dije que
esperaría afuera hasta que acabara de cambiarse, ella me dijo que no tenía nada
de malo y que podía pasar. Entre y me senté en una silla que estaba a un lado
de la puerta y observe cuanto quise, hasta que ella me dijo que ya no la viera
tanto porque la avergonzaba, le dije que no tenia porque avergonzarse que al
contrario debería de sentirse orgullosa de tener un cuerpo tan perfecto, empezó
a reír y me dijo que la avergonzaba aun mas.
Seguí bebiendo de aquella cerveza que no pude
terminar, saque un cigarro, lo prendí y seguí observando. Ella se acerco y con
un gesto coqueto me quito el cigarro de la boca y echo a correr, la perseguí por
toda la habitación, hasta tumbarla en la cama. Después le quite el cigarro y la
bese, volví a sentirla entre mis brazos. Me dirigí al baño para lavarme la cara
y al salir la encontré completamente desnuda, recostada en la cama sobre unas
sábanas blancas, parecía una pintura. Al llegar a la cama ella se hinco sobre
ella para darme un beso, la tome de la cintura, esta vez ya no tenía miedo de
romper tan delgada escultura. Ella me abrazó con fuerza, como diciéndome que no
la dejara o que no la hiciera sufrir, pero este abrazo duro mucho mientras yo
acariciaba todo su cuerpo, pero estas caricias estaban hechas con delicadeza,
ya que no quería maltratar ese monumento. Cuando quito sus manos de mi espalda,
comenzó a quitarme la camisa, el pantalón y así siguió hasta dejarme completamente
desnudo. Le acaricie el cabello y sentí como si tuviera entre mis dedos una
brisa muy hermosa, al ver su cara vi esa sonrisa que siempre me gustó. La besé
en el cuello y seguí por los hombros y los pechos, el ombligo, universo todo en
ella.
Esa noche fue una de las mejores que he pasado.
Me uní a aquella mujer hermosa, tanto por fuera como por dentro, estuve dentro
de ella, con el sudor compartido, tenia rastros de sudor y cabello de ella y en
ella había rastros de mi piel en sus uñas. Dormimos mucho y abrazados
despertamos, al despertar y verla y verme compartiendo una cama con la mujer
más hermosa del mundo, sentí como si estuviera en un sueño. No me atreví a
despertarla, preferí observarla mientras recordaba una canción. Pude comprobar
que ella era una mujer en toda la extensión de la palabra, que está llena de
ternura y de pasión, que es una mujer que ama y que necesita que alguien haga
lo mismo por ella. Sentado ahí en la silla junto a la puerta e inhalando el
humo del cigarro matutino, como ya se me había hecho costumbre, adquirí el
compromiso de hacerla feliz, como se merecía.
Seguí observando ese cuerpo y con el paso del
tiempo, me enamoré más de cada rincón descubierto por esa mirada de
investigador y me sentí completamente feliz, porque ya había estado en ese
cuerpo, ese cuerpo tan delicado pero con una suerte insuperable, ese cuerpo que
no me cansaba de mirar como si fuera una obra de arte, que es apreciada desde
un punto de vista estético, ya que eso ameritaba.
Si te gusta
llevarte cosas a la boca, creo que por lo menos debería saber de qué se trata
eso que te estás metiendo. En esta ocasión les mencionaré algunos datos acerca
del tabaco para quienes somos fumadores compulsivos, y para los que no, pues
también.
El tabaco o nicotina tabacum, proviene
de una planta que se usa desde hace siglos, es originaria de América y los
españoles a su llegada encontraron que se fumaba con fines religiosos,
ceremoniales o medicinales, en las Antillas, México, Brasil, la Florida y
Virginia. El nombre de “cigarro”, deriva del Maya Sik-ar, que significa
fumar, así que podemos considerar este término como “mexicano”.
El hábito de
fumar siempre es punto de investigación para científicos y de noticias en los
medios de comunicación. Sin embargo, la mayoría de la gente y aun los médicos,
ignora las características de la planta del tabaco y los orígenes del hábito de
fumar.
El tabaco es una
planta solanácea (dícese de las plantas con flores acampanadas y fruto en baya)
que crece principalmente en el hemisferio oriental. La planta fue descrita y
clasificada por Linneo que le dio el nombre de Nicotiana tabacum L en
honor del embajador francés en Portugal Jean Nicot quien envió un contrabando
de tabaco a París en 1561, donde su uso se popularizó. Inicialmente, el empleo
del tabaco tenía sólo un significado ritual y se fumaba para sellar compromisos
de paz.
Las hojas de
tabaco enrolladas se emplean actualmente en los tabacos puros, en picadura en
los cigarrillos y pipas, en polvo en forma de rapé, que se aspira por la nariz
y era muy empleado en el siglo XIX por los aristócratas y en pasta para mascar
usada por los deportistas, pero el consumo de cigarrillos rebasa ampliamente al
de las demás formas.
El consumo de
cigarrillos se convirtió en un hábito que se extendió por todo el mundo, y las mujeres
que hasta principios del siglo XX no eran bien vistas cuando fumaban, porque se
consideraba un hábito indecente, se liberaron de este prejuicio después de la
Primera Guerra Mundial y comenzaron a fumar a partir de 1920, sin ninguna
limitación y en cualquier lado.
En la década de
los cincuenta a los sesenta se encontraron evidencias que asociaban
directamente el consumo del tabaco a diferentes enfermedades como bronquitis,
el enfisema, cáncer de pulmón y de otros órganos y otras enfermedades por lo
que comenzó una lucha contra este hábito, la cual sigue hasta nuestros días con
mayores propuestas, de las cuales en lo personal considero que no sirven para
erradicar el hábito de los que ya somos fumadores, por ejemplo las imágenes que
colocan actualmente en las cajetillas. Considero que esas imágenes impactan
solo a las personas que no fuman, en mi caso, les ponía atención cuando recién
salieron, ahora compro las cajetillas y las imágenes pasan desapercibidas.
Desde mi punto
de vista, considero que la gran mayoría de los que fumamos lo hacemos por
imitación o por entrar dentro de un círculo de amigos, son contadas las veces
en las que uno fuma un cigarro por el puro antojo, esto comparándolo cuando te
encuentras en alguna reunión (y más si hay alcohol). Lo he llegado a comprobar,
cuando estoy rodeado de gente que también fuma, llego a fumar más del doble de
cigarros de lo normal, en cambio, cuando estoy en convivencia con personas que
no fuman, puedo llegar a disminuir la cantidad de cigarros considerablemente.
También se dice que el tabaco, a diferencia de la marihuana, si contiene
sustancias que generan o causan adicción.
Uno de los
mayores mitos que existen acerca de los fumadores, es que, según la teoría
psicoanalítica de tata Freud, nos encontramos atrapados en la fijación oral, en
pocas palabras, se tiene ese deseo o tentación por estas succionando
constantemente con la boca.
Sólo creo que
los que fumamos estamos conscientes de los riesgos que corremos y las
consecuencias de nuestro vicio, el bendito y/o maldito cigarro. Cada quien sabe
la cantidad que fuma, el daño que se produce, la decisión de dejarlo por cuenta
propia, o bien, si necesita ayuda.
Por último puedo
mencionar que, la mitad de los médicos dicen que el cigarro puede producir
cáncer. La otra mitad, fuma.