DOMESTICAR

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De El Principito de Antoine De Saint- Exupéry


-Los hombres-dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. Es bastante molesto. También crían gallinas. Es lo único que me interesa de ellos. ¿Buscas gallinas?

-No- contestó el Principito-, busco amigos. ¿Qué significa "DOMESTICAR"?

-Es algo ya muy olvidado-dijo el zorro-. Significa "crear vinculos".

-¿Crear vinculos'

-Así es -dijo el zorro-. Tú todavía para mí no eres más que un niño, igual que a otros cien mil niños. Y no te necesito. Tú tampoco me necesitas. Para ti, yo soy un zorro semejante a otros cien mil zorros. Pero si me domesticas, nos necesitaremos mutuamente. Serás para mí único en el mundo y yo seré para ti único en el mundo...


-Mi vida es monótona -dijo el zorro-. Cazo gallinas y los hombre me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Así es que me aburro un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de luz. Reconoceré el sonido de tus pasos que serán distintos a todos los demás. Los otros pasos harán que me esconda bajo tierra. Los tuyos, en cambio, me harán salir de mi madriguera como una música. ¡Mira! ¿Ves allá los trigales? Yo no como pan. Los trigales no significan nada para mí y eso es triste. Pero tú tienes el cabello color oro. Entonces, si me domesticas, será maravilloso, porque el trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y amaré el sonido del viento en el trigo...

El zorro guardó silencio y miró detenidamente al Principito.

-¡Por favor.. domestícame! -dijo el zorro.

-Me encantaría -respondió el Principito- pero no tengo mucho tiempo. Tengo que descubrir amigos y conocer muchas cosas.

-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no se dan tiempo para conocer nada. Compran cosas hechas en las tiendas. Pero como en las tiendas no venden amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡DOMESTÍCAME!

-¿Qué hay que hacer? -dijo el Principito.

-Hay que tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Al principio te sentarás un poco lejos de mí, así, de esta manera, sobre la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

Al día siguiente, el Principito volvió.

-Habría sido mejor que volvieras a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a estar feliz. Y a medida que la hora avance, me iré sintiendo cada vez más feliz. A las cuatro, ya estaré inquieto y preocupado; ¡y así, cuando llegues, descubriré el precio de la felicidad! Pero si llegas en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

Así fue como el Principito domesticó al zorro. Y cuando llegó la hora de partir, el zorro dijo:

-¡Ay... lloraré!

-Es tu culpa -dijo el Principito-. Yo no deseaba hacerte daño, pero tú quisiste que te domesticara.

-Por supuesto -dijo el zorro.

-¡Pero vas a llorar!

-Claro que sí.

-¡Entonces no has ganado nada! -dijo el Principito.

-Claro que sí -dijo el zorro-. Gané el color del trigo




DEDICADO para todos akellos q ya hemos sido domesticados


TE AMO MAYA ZVEZDOCHKA Gracias por domesticarme