continuación 4

Posted on 20:40


… tal vez por eso recurría a la compañía de una mujer y no sólo era por atracción sexual, en verdad a veces necesitaba que alguien me escuchara. Conforme fue avanzando el tiempo me fui alejando de las personas, sin dejar de recurrir a las mujeres, la ironía de esto es que así como ellas resolvían mis problemas, así me metía en problemas por ellas.
Así pasaban las horas recordando viejos momentos agradables y otros no tan agradables. Me venció el sueño. Ahora ya de mañana me he levantado de buen humor, la ventana no me ha llamado ni yo me he fijado en ella, me he bañado y alimentado y estoy dispuesto a salir. He comprado unos cigarrillos y voy camino al parque sin voltear a la casa de aquella mujer que últimamente me había inquietado. Al llegar al parque encuentro a un grupo de amigos que me invitan a jugar futbol, el deporte que me apasiona. En este día me he sentido muy bien, parece que la nostalgia y la melancolía se han ido. Mis amigos y yo nos estamos divirtiendo como nunca antes. Se acabo el partido y mi equipo arrasó. Los invito a mi apartamento a refrescarse, no sin antes pasar por unas cervezas que el cuerpo pide.
Me siento muy bien mientras platico, mis amigos me cuentan que han estado preocupados por mí, ya que me sienten un poco ausente, a lo que yo sólo contesto que estoy bien. Una amiga que en el pasado habíamos compartido vida se ha acercado con un menear de caderas, que era lo que me fascinaba de ella, me ve con una mirada coqueta y me ha preguntado si se puede cambiar de ropa, todos bajo la influencia del alcohol se han dormido, y yo la llevo a mi habitación, le digo que si quiere me puedo salir para que se sienta más cómoda a lo que responde –como si no me hubieras visto desnuda- me acuesto sobre la cama y ella me dice que últimamente ha pensado mucho en mi y que al hacerlo se ha sentido sola, yo solo la escucho.
Salgo por más cervezas y cigarros a la cocina, cuando regreso a la habitación me recibe con un beso, le doy la cerveza, mientras que por inercia me he quitado la ropa, nos tomamos las cervezas y nos enredamos en unas caricias apasionadas, mi piel ahora se mezcla con la suya, además por si fuera poco, ella se lleva parte de mi piel en sus uñas. Ahora descansamos, nos fumamos un cigarrillo y seguimos saciando nuestros deseos durante toda la noche.
Ya de mañana con un aliento no muy agradable me doy cuenta de que estoy solo en mi cama. Salgo de mi habitación y mis amigos como un gesto de amabilidad me han preparado el desayuno y mientras desayunamos todos juntos, me han invitado al fin de semana que durante mucho tiempo han planeado y desean que los acompañe a un lugar cerca del mar. Acepto gustoso, y con la mirada busco a aquella que me ha despedazado durante la noche, pero no la encuentro. Mis amigos se despiden y me recuerdan que el viernes en la noche tenemos una cita no sin antes decirme que puedo llevar a quien yo quiera.

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