Dream box

“Hay pequeñas cosas que nosotros los chavales jóvenes podemos hacer, por lo menos para incordiar”. Estas son las palabras de Bunbury (en Héroes del Silencio) con las que empieza una de las canciones que me han llamado la atención últimamente, Avalancha del año 1995.

Esta canción me causa una euforia indescriptible (es la culpable de que una bocina de mi estéreo esté volada). Así que me di a la tarea de buscar cuál es el mensaje que quiere dar esta letra, complementándolo con el que yo le entiendo.

Avalancha. Sólo escuchada y cantada al mismo tiempo se puede apreciar su valor. Únicamente cuando el significado se convierte en nuestro corazón, entonces, nos une a Héroes más allá de la música y el entendimiento común. Canción que da título al disco. Temazo histórico e imprescindible. Digamos que si tuviéramos que elegir el corazón del disco del mismo nombre y eligiéramos el tema "Avalancha" no estaríamos muy equivocados. Avalancha es la fusión de todo lo anterior descrito, como teoría llevada a la práctica. Es la consumación de la abstracción de Héroes convertido en cuerpo y canción. Y más allá de los contenidos políticos y sociales, es un canto al inconformismo, a salir de la rutina, a huir de lo cotidiano, es la juventud eterna y la perfección de lo imperfecto. Avalancha es la pasión del disco, su mensaje condensado y a la vez elaborado como nunca antes...

Avalancha es la canción perfecta de rock. Avalancha es un alarido de juventud, desgarra, altera y aprieta. Avalancha es un grito de guerra. Avalancha es ¡¡¡¡¡¡AVALANCHA!!!!!! ...y el viento se lleva como un susurro las palabras... hasta la esquina más olvidada de la Tierra.

La locura nunca tuvo maestro
para los que vamos a bogar sin rumbo perpetuo.
En cualquier otra dirección con
tal de no domar los caballos de la exaltación.
la rutina hace sombra a las pupilas,
que se cierran a los disfrutes que nos quedan.

Es el inconformismo, es plantar nuevas formas, es luchar contra el mundo que nos otorgó dones y placeres... ¿una señal de locura? Las mentes libres no son las realizadas, pero las cegadas por valores anticuados y viejos están aún más lejos. Hablamos de un momento de locura, un momento de pasión, dejarnos llevar por nuestros sentimientos, dar rienda suelta a nuestra imaginación, caminar sin descanso, huir de las normas del exterior, de lo impuesto y lo alejado de la razón. Guiarnos por nuestra propia senda, nuestra brújula persigue el norte, con las botas bien puestas, evitando la nuestra propia estancación en el mundo. La calma, antes placentera compañera es nuestro enemigo más acérrimo, en la lucha constante por mejorar nuestro mundo y el de todos no hay descanso posible. Es un llamamiento a no tener miedo de salir ahí fuera sin conocer el rumbo, lo importante no es el destino ni poseer una buena señalización, hay que evitar las señales confusas del capital y las cadenas de hierro de llamativos colores. El conformismo nos otorga el placer, el inconformismo nos puede dar algo más, la felicidad, la fuerza y la vida. Hay que tomar riesgos, será un buen precio a pagar. No te quedes ahí sentado.

Avalancha es una metáfora sobre el movimiento reformista, anarquista y de cambio. Práctica metáfora de la profecía de cualquier idealista, un mundo nuevo llegará ¿cuándo? Cuanto antes empecemos antes terminaremos ¿cómo? Los modos son sencillos pero contundentes, a partir de una pequeña semilla, una piedra minúscula que molesta y sangra al conformista, se irán reuniendo y junto a otras piedrecitas formaran una gigantesca ola de cambio y esperanza barriendo costumbres, destrozando cimientos antiguos; la civilización no es estancarse en los lujos, es perseguir los sueños e ideales. La avalancha comenzará desde la cima, y se agrandará hasta conseguir destruir la montaña de piedra. Es una simulación del anarquismo destruyendo la civilización capitalista desde dentro, gota a gota pero sin descanso.

Necesitamos el valioso tiempo que abandonas
sin saber que cojones hacer con él.
Nosotros somos la comida
y alguien está efectivamente hambriento-
no hay retorno a la conciencia
tras el desvarío del amor tempestuoso.

El mantenerse en una civilización y un modo de vida que empezamos a reconocer como absurdo e incivilizado no es suficiente. Cualquier paso que demos dentro de una sociedad consumida por la competitividad, el dinero y los valores globales será un paso atrás, una contribución más a impedir el cambio. Somos meros instrumentos y esclavos de la sociedad, hemos perdido nuestra libertad, una vez consigamos anteponer nuestra libertad individual a las cadenas que nos atan a unos con otros. Somos el alimento, debemos hacer pasar hambre al "sistema" para así ver en la realidad lo que ya intuimos con el espíritu. No a lo cotidiano, no a la monotonía, no al conformismo. No se trata de destruir por destruir, el objetivo es la construcción de algo mejor ya que lo que tenemos, además de no ser suficiente, no nos gusta.

No hay retorno, no hay marcha atrás cuando comenzamos a cambiar el mundo, cuando, con pasión y convencimiento retomamos nuestro verdadero camino como personas y como individuos.

Aún nos quedan cosas por hacer,
si no das un paso te estancas.
Aún nos quedan cosas por decir
y no hablas.

Frases directas, prácticamente de arenga. Míticas dentro de la filosofía y música de Héroes. Unas verdades "multiusos". En cualquier lucha de nuestra vida, en el trabajo, en el estudio, en el amor, en todo proceso que tenga etapas es aplicable el sentimiento de ir siempre hacia adelante, no mirar atrás, nunca parar, nunca estancarse. Esto se aplica tanto en fase teórica (parte ideológica y de racionalización) como en la práctica (parte de acción y consolidación). No dejar de luchar, nunca, pase lo que pase.

La locura nunca tuvo maestro
para los que vamos a bogar sin rumbo perpetuo.
La muerte será un adorno
que pondré al regalo de mi vida.
La luna ejerce extraños influjos
que se contradicen y no hay quien descifre.

Unos últimos apuntes sobre el camino a andar y el destino. Puede que no lleguemos a ver el final, pero no hay miedo, no importa, mientras el avance exista, el objetivo se cumple día a día, no de golpe. El destino puede ser cambiante, y así debe ser. La luna (los ideales) es cambiante, unas veces está llena, otras creciente y otras menguante, pero siempre imperecedera será nuestra luz, nuestro faro a seguir. Existe cierta indecisión, cierta duda, cambios en nuestro ser y nuestro mundo. Indescifrables.

Hablamos del regalo de la vida, el caminar siempre atentos a la crítica del mundo y a su reconstrucción no nos impide disfrutar del don de la vida. Somos libres y el camino, al contrario que las cadenas que antes nos ataron, nos ayuda a ser, simplemente, felices y satisfechos.