continuación 9
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… la invito a pasar y ella entra un tanto
nerviosa al sentir todas las miradas sobre ella y un silencio estremecedor. Para
aliviar un poco la tensión comienzo a presentarla a todos, terminado este acto
solo sonríen todos y le digo que tome asiento.
Mi amigo Jorge me lleva a la cocina y comienza
a cuestionarme sobre ella, pregunta que dónde la tenía escondida. Yo sólo
respondo que no diga tonterías, mientras dirijo mi vista hacia la sala y noto
con alegría que está encajando perfectamente, hacia chistes para romper el
hielo y lo logra, a todos les parece graciosa. Regrese a la sala para
prepararnos para salir.
Salimos del apartamento hacia la camioneta. Mi amigo
Angel me pide que maneje ya que todos están demasiados cansados por la noche
anterior. Claudia no sabía qué lugar ocuparía dentro de la camioneta y Víctor,
al darse cuenta de esto, la invita a sentarse en el asiento del copiloto (junto
a mi) ella con una sonrisa sube. Ya todos abordo nos dirigimos al centro
comercial para comprar víveres ya que Diego, dueño de la casa a la que
llegaremos, nos advirtió que no tiene nada comestible. Salimos todos de la
camioneta excepto Alejandra y Claudia. Al regresar noto que ríen y en mi cabeza
comienzan a pasar muchas cosas por mi cabeza. Por fin hay alguien que le agrada
a mis amigos, porque como siempre he dicho y con el paso de los años te das
cuenta que muchas veces los amigos notan cosas que tu no ves o que no quieres
ver. No hicimos ninguna parada más hasta llegar a esa casa cerca del mar.
Todos sedientos y hambrientos nos internamos en
la casa. Al salir de la camioneta Claudia me tomó de la mano, gesto me agrado
mucho. Ya instalados algunos comienzan a hacer de comer, entre ellos esta
Claudia; otros nos dirigimos a la tienda local para comprar hielos y cigarros. En
el trayecto hacia la tienda Alejandra me comenta que le agrada mucho Claudia y
que se nota que ella está interesada en mí, situación que a ambos nos da mucho
gusto. A mí por dos razones obvias y a ella por ser mi mejor amiga y como tal
me quiere ver feliz, como hacía mucho tiempo no lo soy. Todos mis amigos me
hicieron comentarios muy agradables acerca de Claudia.
Al llegar a la casa me doy cuenta de que
Claudia se siente muy cómoda con mis amigos, al verme corre hacia mí y me hace
un comentario que lo tengo presente siempre –tienes muy buenos amigos, nunca he
visto a amigos que se interesen tanto por la felicidad de otro-. Me dice que también
le agrada mucho la compañía de ellos ya que no son personas que juzgan antes de
conocer a la gente; lo único que puedo responder es – así son mis amigos-.
Nos dirigimos a la terraza y le pregunto que si
en algún momento se ha sentido incomoda, o que si alguien le ha hecho mala
cara. Me dice que todo está muy bien y que le hacía falta salir de la rutina y
el ajetreo de la ciudad, que al contrario de sentirse incomoda se sentía contenta
y que nunca se la había hecho tan fácil conocer y conversar con personas
nuevas, que nadie le ha hecho mala cara. Después de este pequeño interrogatorio
realizado por mí, ella comienza a hacer preguntas; -¿Qué les has comentado de mi?- yo respondo,
-sólo les dije que una persona me acompañaría, de inmediato lanza otra
pregunta, -¿les dijiste que soy tu novia?- pero en lugar de contestar la
pregunta, yo lanzo otra; -¿por qué?- acto seguido ella responde -porque me recomendaron que te haga feliz,
que no te haga sufrir, que te quiera mucho y muchas otras recomendaciones más. Yo
lo único que pude decirle es que no sabía porque habían hecho eso y le pregunto
- ¿eso te molesta?- ella dice que no tiene ningún problema con eso y caminando
hacia dentro de la casa murmura –tal vez lo pueda hacer-...
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historia inconclusa