continuación 10
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… entré detrás de ella, Paty nos dijo que nos sentáramos
a comer. La comida fue un momento agradable ya que comenzamos a recodar viejos
tiempos y como era de esperarse mis amigos comenzaron a contar historias
embarazosas sobre mí. Claudia rió mucho.
Después de la comida teníamos planeado salir a
nadar pero ya había caído la noche y estábamos cansados como para salir a ver
los alrededores, por ello nos reunimos en la sala con fuego en la chimenea y
seguimos recordando. Adilene nos preguntó que cómo nos habíamos conocido; yo
estaba sentado en el suelo junto a Claudia, al oír la pregunta Claudia se recostó
sobre mis piernas, volteo a verme, me tomó de la mano y sonrió. Yo comencé a
relatar lo que ocurrió y Claudia me ayudaba con algunos detalles. Conforme íbamos
contando note que Jorge se acercaba a Adilene, Angel a Marisol, Víctor a
Alejandra, Jaime a Jesica, Octavio a Paty y finalmente Marcela a Diego. Parecía
que todo estaba sincronizado, ya que en un momento todos a la vez se tomaron de
la mano.
Al fin terminamos de contar y me nació darle un
beso en la mejilla; todos se conmovieron y comenzaron a hacer ruidos y a
aplaudir, yo me sonroje y me fui a la cocina por cervezas para todos, Marcela
se dio cuenta de esto y se levantó para ayudarme. Ya en la cocina me comenta
que hacemos bonita pareja, pero lo que le contesto es que no somos novios ni
nada parecido, lo que causó una gran sorpresa en ella y me dice – ¡cómo es
posible!- yo solo le digo que no empiece con lo que acostumbra (reunir parejas)
le digo –yo me encargo de eso- y sólo me dice –espero que lo logres, porque
mereces ser feliz-. Nos abrazamos y regresamos a la sala. Y al regresar notamos
que todos han desaparecido y sólo quedan Claudia y Diego; les preguntamos que a
dónde habían ido todos los demás y Claudia nos dice que las parejas formadas
durante la plática se habían ido a diferentes puntos de la casa. Marcela y
Diego tomaron su cerveza y se fueron a platicar al frente de la casa.
Le propongo a Claudia dar un paseo por la playa
y ella acepta. Caminamos descalzos y tomados de la mano, hablando de lo que ocurrió
dentro de la casa; seguimos hablando y caminando hasta llegar a unas piedras,
nos sentamos y ella me pregunta que por qué no le había dicho de esas parejas,
le contesto que yo estaba igual de sorprendido que ella y continuo diciéndole:
-siempre ha habido coqueteo entre ellos pero nunca ha pasado más, nunca han
formalizado lo que sienten-. Después de hablar mucho y reír por igual un
silencio nos rodeó.
En ese momento sentí que era adecuado comenzar
a confesar lo que sentí desde que la conocí. Ella pregunta -¿hace cuánto fue tu
ultima relación formal?- le digo que ya tengo 7 meses sin una relación formal. Yo
esperaba que me dijera lo que sintió cuando me vio, pero no fue así y sólo me
abrazó. Al tenerla entre mis brazos me dice –tengo una responsabilidad muy
grande- de inmediato dirijo mi vista hacia sus ojos y le hago esta pregunta
-¿es lo que estoy pensando?- ella me abraza y dice –si, si eres el tipo de
persona que tus amigos dicen que eres, la beneficiada voy a ser yo-. Nos vemos
fijamente a los ojos, nos acercamos y nos damos un profundo beso.
Me comenta que mis amigos son muy buena onda y
que me quieren mucho, también me dice –espero encontrar en ti algo diferente-…
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historia inconclusa
