continuación 8
Posted on 22:04
…sigo recorriendo la vista hacia abajo y veo esas caderas muy bien formadas, esas
piernas bien torneadas. Todo en ella es belleza pero me apena verla, es como si
viera a una Diosa y pienso que mis ojos no son lo suficientemente dignos para
ver esa figura. En ese momento me abraza, yo la tomo con mis manos y nos
besamos.
En mi cabeza hay una serie de pensamientos, uno
de ellos me dice que por fin voy a tenerla, cosa que no ocurrió, porque ella y
yo decidimos aprovechar ese momento sólo para besarnos y acariciarnos. Cualquiera
diría que soy un tonto por no hacerla mía, pero yo sé que no, porque con sólo
verla y acariciarla sacié mis ganas de tenerla, porque al tocar cada rincón de
su cuerpo y explorarlo con mis dedos y mi boca la supe mía. Al fin nos quedamos
dormidos.
A la mañana siguiente me despierto exaltado y
con el movimiento de mi cuerpo sobre su cama la desperté y pregunta; -¿qué es
lo que pasa?- yo contesto que me tengo que ir para recoger mis cosas e irnos
con mis amigos al viaje de fin de semana. Me vestí y ella hizo lo mismo, le
dije que en un momento regresaba por ella. El camino no obedecía a mi noción
del tiempo ya que los pensamientos que cruzaron mi mente fueron demasiados en
el trayecto a mi apartamento. Una de las cosas que pensé es que cualquier
persona diría que fui un idiota al no tener relaciones sexuales con ella y más
en las condiciones en las que nos encontrábamos. Pero hay algo en mí que quedó
satisfecho y no sé qué es. Sólo sé que nuestros cuerpos se conectaron sin necesidad
de tenerla. Es algo inexplicable, porque con cualquier otra el resultado
hubiera sido sexo. Pero con ella fue la química la que nos conectó y no había
razón por la cual tuviéramos que tener relaciones.
Y así tratando de resolver incógnitas preparé
mis cosas. Antes de salir le hablo a Claudia para saber si ya está lista, saber
si necesita ayuda para irle a ayudar, pero ella contesta con un tono muy dulce
(que nunca le había oído) que ya está lista y que puedo ir en el momento que yo
quiera. Pero le comento que es más conveniente que ella venga a mi apartamento
porque mis amigos quedaron en pasar por nosotros ahí. De inmediato preparo café
para que cuando llegue pueda ofrecerle algo.
Llaman en la puerta y son mis amigos: Jorge, Víctor,
Angel, Jaime, Diego, Octavio, Jesica, Alejandra, Marcela, Marisol, Alondra y
Paty que de inmediato me exigen su café porque vienen desvelados y con resaca,
les sirvo su elixir matutino. Les digo que esperen un momento porque una
persona más no acompañará en el viaje y todos con un tono pícaro preguntan
-¿quién?- sólo les digo que ya lo sabrán.
Todos toman asiento y notó que entre ellos no viene Alicia (mujer con la que
tuve relaciones hacia poco tiempo). Parecía todo planeado para que después de
ese viaje se formaran nuevas parejas.
Tocan la puerta y todos mis amigos voltean,
tratando de que con una mirada se despejen todas sus dudas, al notar esas
miradas curiosas volteo y les digo – la van a espantar- y todos comienzan a reír.
Abro y ahí está tan bella como siempre…
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historia inconclusa