Dream box

Hoy hablare de una de mis cosas favoritas en el mudo, ¡la cerveza! Pues para empezar y como breve introducción, diré que la cerveza es una bebida milenaria, al parecer la primera bebida fermentada que conoció el hombre fue la cerveza y se cree que apareció junto con el pan de cebada (pero, ¿a quién carajos le importa el pan?). Cuenta la leyenda que algún despistado (o alguien a quien le cagaba el pan de cebada,) dejo un pedazo a la intemperie, entonces la humedad y la flora bacterial provocaron una fermentación natural, después el mismo despistado (debo agregar que sin ningún tipo de asco) recogió el pan y se dio cuenta de que había un liquido así que lo probó y le agrado el sabor, así que trató de reproducir el proceso y bueno el resto como dicen, ya es historia. La fecha exacta de este acontecimiento no la conozco pero hay evidencias de que hace más de 6000 años en las tierras de los ríos Tigris y Éufrates, los sumerios elaboraban y consumían cerveza.

Bueno el chiste de hablar de la cerveza, es porque este fin de semana estuvo lleno de cervezas para un servidor. Empezando el sábado, el cual se “engalanó” con la presencia del buen K-bras, come niños o como el mundo lo conozca jaja, en fin vino para acá a pueblo quieto, hacía años q no lo veía, entonces por obvias razones eso ameritaba unas buenas chelas. Y eso fue lo que hicimos compramos primero 3 chelas, a las que ahora las denomino, chelas para empezar el ritual o chelas de ley. Esas 3 primeras chelas sirven para entrar en confianza, ponerse al día de manera un tanto general, pasando esas 3 cervezas fuimos por otras 3, a esas otras 3 chelas las denomino las de la apertura, es decir, ya empiezan las platicas un tanto profundas, comienzan las historias en la ausencia de cada uno de los amigos. 3 chelas más, a esas otras 3 chelas las llamo como las chelas de la alegría, ya pasó el momento de tensión por las historias profundas así que es momento de relajación. Y después siguen 3 chelas más, a las que nombro como las chelas de la hora del amigo, es el momento de los recuerdos, se relajan las mascaras y uno empieza a externar esos sentimientos de añoranza.

En fin no les contare mi noche, sólo quería hablar de cómo el irse a tomar unas chelas comienza a hacerse un ritual para las reuniones (ya sé que muchos dirán, “no, yo no necesito de chelas para reunirme con mis amigos” o “me crees alcoholic@”) el ir por unas chelas se está convirtiendo en una clave para decir vamos a pasarla bien o vamos a que te cuente mis problemas, tristeando un poco, pero las chelas tienen esa propiedad mágica diría yo, de provocar alegrías tarde o temprano. Las chelas es un signo de mis reuniones, es un motivo para pasarla bien, es un símbolo de unión, pero sobre todo es una forma de “estar bien” (ya sé que llegando a estas líneas inmediatamente empezaran a decir “pinche alcohólico”, pero nada más alejado de la realidad) de estar bien con los que me rodean, es la bebida por excelencia de mis buenos ratos. Tal vez estoy condicionado, si es así no me importa, pero mis mejores ratos han estado acompañados de una buena chela y de personas que aprecio.

Sólo quería hablar un poco de las chelas y de lo que representan para mí, no sin antes recordarles que prueben todos los tipos de chelas, de otros países, cervezas nacionales, por nacionales no me refiero únicamente a la Corona, la Sol, la Indio o cualquiera de las conocidas, sino a la Minerva de Guadalajara, la Catrina de Hidalgo (no estoy seguro), la Malverde de Jalisco, la Red Pig, la Duff (esa que sale en los Simpson) es mexicana y otras mas que no recuerdo. Las cervezas tradicionales de Irlanda como lo es la Guinnes, o las frutales Boscolí de Bélgica. Bueno me pasaría horas y horas hablando de mis cervezas favoritas, sean como yo, bebedores sociales jaja.

Que les sea leve