Continuación 7
Posted on 23:16
… Al llegar a aquel restaurant, como era
costumbre me reciben con una copa. Me siento y ordeno de comer y de inmediato,
como si estuviera programado, me llega una idea para una historia y comienzo a
escribir.
Ya he terminado de comer pero no de escribir,
cae la tarde. Ordeno un café y en mi cuaderno mi mano no ha dejado de moverse. En
seguida siento una mirada sobre mí, pero no encuentro entre la gente quien este
emitiendo esa mirada, sigo escribiendo, pero sigo sintiendo que alguien me
observa. Alguien se acerca, levanto la vista y es ella!! Claudia. La invito a
sentarse, ella acepta y dice - ¿qué escribes?- yo contesto que si recuerda que
un día le dije que me gustaba escribir, ella afirma con la cabeza.
De inmediato ordeno de cenar y ella hace lo
mismo. Le comento que le he llamado por teléfono, a lo que responde que su
ausencia se debió a que había ido a visitar a unos familiares, pero pregunta
que cual era el fin de mi llamada, a lo que contesto que era para confirmar lo
del fin de semana, le comento a qué hora nos vamos y el día en que
regresaremos; sólo contesta que ahí estará.
Ha llegado la cena y de inmediato pido una
botella de vino. Cenamos y durante la cena intercambiamos miradas de
complicidad y platicamos. Se me ha ido la noción del tiempo, pero no me importa
porque es tan agradable su compañía. Durante la plática empiezo a conocerla más
y como si esto fuera poco me empiezo a enamorar de ella, pero no físicamente,
que también es así, pero también de su inteligencia y de su ideología. Ella es
una persona sencilla y sin inhibiciones, ella es la persona, y aunque suene muy
trillado, es con quien siempre soñé.
Salimos del restaurant y ella me ha tomado de
la mano y me comenta que conmigo se siente bien y que quiere conocerme un poco
más. Empezamos a caminar sin rumbo fijo, sólo hablamos y hablamos, yo me siento
muy cómodo y feliz. Al término de un par de horas me ofrezco para llevarla a su
apartamento, ella acepta. Seguimos platicando, al llegar a su casa me despido,
pero ella me invita a pasar y obviamente yo acepto, subimos. Al entrar, mi
mirada se queda perpleja al ver la decoración, en todas las paredes hay recortes
de artículos de revistas y periódicos, que le dan un aspecto muy agradable a
ese espacio. Me invita a tomar asiento en lo que ella va por una botella, unas
copas y unos cigarros. Observo el reloj y veo que marca las 2:00 am, pero no me
importa, porque al verla se me olvida todo.
Descubro mucho en su personalidad que encaja
con la mía, por tanto, me gusta mucho más. Después de una hora estamos
completamente borrachos y ella pone música y comenzamos a bailar (no soy un
tipo que acostumbra bailar, pero haré todo porque ella se sienta bien) un buen
pretexto para sentirla entre mis brazos. En mi cabeza comienza a desatarse el
deseo que no puedo contener, quiero tenerla. Se acaba la música y solo nos
quedamos viendo, nos besamos, suceso que quería que ocurriera después de la
cena. Nos hemos sentado a platicar, pero volvemos a besarnos, pero esta vez es
un beso más profundo, lleno de una mezcla rara de deseo carnal pero a la vez
lleno de delicadeza, en fin, es un sentimiento confuso que no puedo explicar. Esta
vez el deseo de tenerla es más poderoso y ella me corresponde con un beso más
intenso, nos hemos desvestido y al verla desnuda me es imposible creer que tanta
belleza se haya concentrado en un solo ser, no puedo creer lo que contemplan
mis ojos. La miro de arriba abajo, esos pechos tan redondos y firmes, dignos de
cualquier manjar, su cintura tan delgada que da miedo tocarla por pensar que se
vaya a quebrar con el más ligero toque, como si fuera el más fino cristal o una
vasija antigua…
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historia inconclusa